El arsénico presente en los minerales de mena y las aguas naturales representa un peligro tanto para la salud humana como para el medio ambiente. La presencia de altas concentraciones de arsénico en fuentes de agua potable plantea una amenaza significativa para la salud. Es crucial investigar y tomar medidas preventivas para minimizar la exposición al arsénico y garantizar la seguridad del suministro de agua.